Noelia García Bandera

Noelia García Bandera (Málaga, 1974) es Doctora en Historia del Arte por la Universidad de Málaga y profesora de Fotografía Artística en la Escuela de Arte San Telmo de Málaga. Ha ejercido como Comisaria en diversas exposiciones como en el Instituto Andaluz de la Juventud, Sala Moreno Villa, o el espacio Underground del Área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga, entre otros, apoyando siempre el arte de género y el arte joven. Participa en Congresos, mesas redondas y charlas como en el CAC, en la Universidad San Pablo CEU de Madrid, en la Fundación Picasso o para el Instituto Andaluz de la Mujer, entre otros.

«Como artista trabajó con la galería Alfredo Viñas con la que ha participado en diversas ferias como ARCO, FOROSUR, VALENCIA ART o ART COLOGNE. Ha expuesto en numerosas exposiciones colectivas desde 1999 e individuales desde 2005. Podemos destacar las becas otorgadas por INICIARTE, la Vázquez Díaz de la Diputación de Huelva y la Residencia Artística de Genalguacil; y los premios como el Premio Fotografía VII Certamen Arte de Mujeres del Instituto Andaluz de la Mujer o el Premio Especial “Andalucía Joven en Formación Artística” del Instituto Andaluz de la Juventud. Su obra está en diferentes colecciones tanto públicas como privadas como en la del CAC Málaga, Fundació Privada Vila Casas de Barcelona y en la Diputación de Málaga, entre otras muchas otras.»

CONTACTO

OTROS ENLACES:

PROYECTOS

DESATANDO CABOS

Mi obra se traduce en imágenes fotográficas en las que se ve representada la figura femenina. Si me preguntáis si me baso principalmente en la fotografía de mujeres os responderé que sí y si queréis saber por qué, os responderé porque soy mujer. Y por todo ello, me interesa hacer una interpretación por y desde mi cuerpo y mi identidad, sumergiéndome y analizando en los problemas en los que nos movemos hoy día. No me considero una artista feminista, sino femenina, ya que me siento víctima y verdugo de mis vivencias diarias, y así lo quiero hacer constar en mi obra. Creo que la autocrítica desde una perspectiva de lo femenino enriquece mi crecimiento como creadora y como persona.

Avanzando en mi discurso, la obra «Desatando cabos», que está dentro de la colección del CAC, muestra a una mujer llena de lastres que a modo de secuencia va despojándose hasta quedar liberada de una vida que no le ha dejado apenas respirar. El hecho de exhibirse en un primer momento atada en su mirada y en su palabra, hace que analicemos nuestra propia existencia y la de las mujeres que nos rodean para, de esta manera, ir dejando atrás una serie de vivencias que no nos deja crecer como personas.

ALGO PRESTADO

Algo parecido ocurre con la serie titulada Algo prestado, aunque en esta ocasión, el lastre se convierte en una prenda como es el vestido de novia. Ese vestido de novia que muchas mujeres desean llevar algún día, una vez puesto, es decir, una vez cumplido el sueño, se puede llegar a convertir en un lastre diversificado en múltiples consecuencias humanas, sociales y económicas; pues habría que ver al vestido como aquello que hemos deseado profundamente y, una vez logrado, se puede convertir en una auténtica pesadilla. La persona que se pone un vestido de novia ha entrado de lleno en la temida sociedad de consumo que a todos nos rodea, y ello lleva una serie de ataduras sociales y morales.

A la novia se la representa sola, sin la presencia masculina, no por ser mujeres abandonadas o dolidas, sino dentro de su presunción e individualismo, en escenarios diversos y escenificados que la encuadran. Toda esta escenografía, donde los límites de lo privado y lo público a veces se confunden y la complicación de las identidades nos vuelca hacia la idea narcisista de embellecernos a través de un vestido, concluye en una serie de imágenes donde la premeditación de la toma fotográfica crea un lenguaje propio.

Así, Mujeres que, una vez aceptado el poder que adquieren con el vestido como símbolo de dominio visual y estético, se sienten perdidas, extrañas, melifluas, con escaso distanciamiento de su rutina diaria, indefensas a pesar de portar ese vestido de novia que tanto deseaba por la belleza que otorga.

INTERÉS SOCIAL

COMMEDIA DELL´ARTE

Noelia García Bandera contextualiza con la investigación intelectual la propia experiencia plástica en torno a la feminidad y su repercusión en la sociedad. En su Tesis Doctoral «Sujeto femenino en el arte y la publicidad. Análisis iconográfico de la fotografía publicitaria de perfumes. 1990-2007.» profundiza en los estilos de vida que muestra la publicidad a través del cuerpo de las mujeres: «se reinterpretan unos modelos estilísticos que beben, directamente, de la Historia del arte y de la cultura, sobre todo, de una galería iconográfica que el espectador reconoce con cierta rapidez». En el «Congreso Internacional Imagen Apariencia» de la Universidad de Murcia, 2008, Noelia presenta una reflexión teórica acerca de la máscara «La gran mascarada. Ocultaciones, artificios y otras perversiones visuales en la fotografía«, donde revisa el trabajo de teóricos y artistas en torno al simulacro como síntoma de la sociedad actual: «Es habitual hablar hoy día del fenómeno de la “mascarada”, sobre todo porque la sociedad actual vive tras una máscara especular en la que términos como disfraz, camuflaje, travestismo, pantomima, farsa, ficción o cirugía, se enlazan con la representación actual del ser humano.»

Dichas investigaciones teóricas se plasman en el lenguaje visual a través del proyecto COMMEDIA DELL´ARTE, donde la inocografía estudiada en cuanto a la manera de mostrar a la mujer en el arte y en la publicidad confluyen en ese juego de miradas que desde el inicio marcan la obra de Noelia: la autoconsciencia como víctima y verdugo en un mundo de máscaras.

Este trabajo nos hará reflexionar sobre el papel que cada uno tiene a través del simulacro y el acto, en los episodios cotidianos, aunque dramatizados, deteniéndonos en la figura femenina y convirtiéndola en la protagonista de una mascarada en la que todos participamos, aunque sea de manera involuntaria.

La máscara, la mascarada, el camuflaje o el disfraz son recursos muy utilizados en la obra de artistas que hacen uso de su cuerpo o de cuerpos femeninos para crear una suerte de juego de identidades que, en el caso de la mujer, suele ser de carácter íntimo y sensitivo.

Con la serie Commedia dell’arte, podemos resaltar cómo el uso de la máscara en la actualidad es continuo e indudable, aunque su presencia física no sea necesaria. En la sociedad la “mascarada” crea un doble juego de ocultación y exhibición en el que el mundo se convierte en un escenario. Pero esta sociedad debe tener en cuenta que no actúa como mera espectadora, sino también como actuante, por lo que se llega a convertir en un teatro, en una comedia ora improvisada, ora cultivada, siguiendo el guión de la Commedia dell’arte.

Venecia creó un tipo de máscara en el siglo XVI en el que el género era identificable, sobre todo con el modelo llamado moretta, una mascara oval negra utilizada exclusivamente por las mujeres patricias. Algo que nos dice mucho sobre la moretta era que no tenía bandas o cintas, sino que permanecía fija en el rostro mediante un botón que se colocaba entre los dientes de quien la usaba. El habla estaba efectivamente impedida. El elemento visual y gestual era el único medio de comunicación. La razón por la que se “hacía callar” a la mujer era especialmente sensorial: los excesos presuntamente lujuriosos que portaban las damas en sus vestimentas en el carnaval debían ser atajados despojándolas del acto de hablar. De esta manera, la mujer sólo llamaría la atención por su físico, no por su palabra. La imposición de la llamada “belleza” del siglo XXI nos deja tan “mudas” como las morettas a las damas venecianas del siglo XVI.