Exposición en Nítido Gallery

«La Pausa»

Esta muestra tiene lugar del 26 de abril al 30 de mayo de 2024 en Nítido Gallery. Realizada en comisariado colaborativo por Círculo de Famas y bajo la supervisión y gestión de la galerista, también miembro del colectivo, Lía G.

«Nunca fue tan necesario como en la actualidad recuperar la flânerie y practicar el apropiacionismo de este concepto revisitando a Charles Baudelaire y Walter Benjamin.

¿Podrían las artistas del siglo XXI dedicarse a pasear siguiendo el mero impulso de la observación?, ¿podríamos renunciar a dejarnos embaucar por el ritmo de la productividad para congelar la imagen de lo frenético?, ¿sería posible bajar del tren de alta velocidad, dejar de emular la actividad del pequeño animal doméstico que camina una y otra vez su rueda de juego de manera compulsiva?

Esta fue la reflexión que llevó a las compañeras del Colectivo Fama a elegir La Pausa como concepto para desarrollar su trabajo colaborativo en la sala de Nítido Gallery, y transitar desde ahí la actividad creativa y plástica, asumiendo el reto de ser capaces de dedicar al arte no sólo espacios robados, ser capaces de pararse a mirar a los ojos al resto de compañeras componiendo un canto coral en torno a esa necesidad tan femenina de centrarse en los beneficios de la autoconsciencia y el autocuidado.

En su obra, Susan Sontag define la fotografía como «una actitud cultural que nos invita a contemplar y a repensar la realidad». La posibilidad de congelar el tiempo, extraer ese fragmento de percepción para poder pararse a mirar, es el privilegio que tenemos como fotógrafas. Aunque quizá debamos ir más allá. Quizás el reto sea ahora, en este momento de proliferación excesiva del acto fotográfico, dar el cuidado merecido al proceso, a la mirada, a la reflexión posterior en torno a la pieza, al objeto artístico como fetiche, para que brille así con toda su aura.

Observar «la luz, la sombra, el gesto» de un retrato. Encontrar a través del ruido de la imagen plástica la verdadera evidencia de la ausencia del silencio. Rendirnos, aceptar que no haya premio, o que el premio sea perder el tiempo, ganarlo, a través de «la pausa sanadora del hacer creador». Conectar con lo espiritual del sentido de la vida, condensar lo auténtico y lo verdadero como la poesía de un haiku, reconectar con la delicadeza de lo natural y sintonizar con nuestros ritmos cíclicos frente al crepitar del vivir cotidiano.
Dar opción al barbecho que hace la tierra fértil, dar opción al silencio que lleva al autoconocimiento. Vivir el presente, darle espacio y tiempo. Sentir en un instante lo que «fuimos, somos y seremos». Sentir cómo «el aire brama entre las ramas». «Ver caer lentamente las plumas blancas al suelo». «O simplemente no hacer nada».» [Texto de Elena Pedrosa]

___________________________________________________