Lara Ganfornina

Lara Ganfornina (Málaga, 1979) es Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Málaga, Técnico Superior en Fotografía Artística por la E.A. San Telmo y Máster Universitario en Formación del Profesorado por la Universidad de Málaga. Trabaja como docente en el ámbito de la imagen desde 2016, comenzando en el IES Jesús Marín y derivando hacia las Escuelas de Arte desde 2018, en Canarias y Andalucía. Ha trabajado como periodista y reportera gráfica en medios como Diario Sur, así como en publicaciones especializadas en la imagen y la cultura, como las revistas Staf Magazine, Modernícolas y Obituario. Con numerosas exposiciones individuales y colectivas, cultiva también la poesía, siendo finalista y ganadora del Premio Salvador Rueda y publicado en dos antologías editadas por Diversidad Literaria.

Buscar la luz, observarla, investigarla, se convierte en un ritual diario, pasa a formar parte de mi vida, es ya una “deformación profesional” donde quiera que esté.»

Lara se define, más que como artista, «como una persona creativa, curiosa y polifacética, con la necesidad de conectar con el mundo, y que utiliza muchos lenguajes para expresarse». Y está claro que el suyo propio es especialmente personal y particular. Influenciada por las reflexiones de Roland Barthes y Joan Fontcuberta, es una investigadora entusiasta de las teorías fotográficas que buscan entender y explicar esta forma de representación y percepción compleja, Se mueve entre el microcosmos y el macrocosmos, entre la connotación y la denotación, entre lo físico y lo suprasensible, interesándose por la alquimia de la materia como metáfora de su búsqueda interior, creando mundos oníricos e imágenes abstractas que buscan conectar con la parte inconsciente del espectador, «la espiritual, la que mueve algo en nosotros que no somos capaces de explicar racionalmente».

Yo propongo el instrumento que deja el camino abierto a la reflexión, no la reflexión en sí.»

La técnica del escaneograma, tal y como sucediera a los surrealistas y creadores de vanguardia, supone para Lara una vuelta al origen donde anclar sus «investigaciones conceptuales en fotografías, ligadas a temáticas relacionadas siempre con la naturaleza, el cosmos, el ser humano, la geometría fractal y la profunda búsqueda de encontrar la relación sutil entre el espíritu y la materia, lo sutil y lo denso, la vibración y la forma.»



CONTACTO


PROYECTOS

CALLING GOD

Se trata de un proyecto con tres series distintas, y en proceso. La unidad común entre ellas es la mirada hacia esa parte del territorio urbano que pisamos intentando llegar al cielo. El paisaje “alto” que mezcla azoteas, tejados, solariums, antenas, cableados, torres, cruces, campanarios, etc. Un territorio inalcanzable para el ser humano, que no posee el don (aún) de volar ni de levitar.

¿Qué frecuencia conectará primero? ¿Quién responderá primero Dios o el Telediario?»


En las antiguas civilizaciones miraban allá arriba para orientarse, ya sea para seguir al sol, fuente de luz y de vida, sin el cual la raza humana no sobreviviría, ya sea para observar las estrellas, los planetas y constelaciones como si fuera un mapa. La primera serie surge en la ciudad de Antequera, y a partir de ahí, nos encontramos con dos series mas que la siguen: “Callin God – Eight Floor” y “Callin God – Confine Nature”.

La ciudad de Antequera es una de las ciudades que posee mayor número de iglesias por metro cuadrado del país. En la mirada hacia el cielo del hombre encontramos una arboleda que nace en los techados de las casas donde se mezclan elementos para la conexión de ondas electromagnéticas como la radio o la televisión, y otros elementos religiosos como las cruces. En la mayoría de iglesias y edificios religiosos se colocan dichos elementos como símbolo de una aspiración a la conexión espiritual y celestial. ¿Qué frecuencia conectará primero? ¿Quién responderá primero Dios o el Telediario?

Santa Cruz de Tenerife aporta una mirada insular. Destaca la combinación de ese paisaje urbano alto, con elementos añadidos como son el vuelo siempre siguiendo un patrón (justamente el mismo que forma el 8) de los pájaros sobre la ciudad. Así como la línea del horizonte del mar y el cielo: De una isla solo se puede salir por aire o por mar.

Jerez de la Frontera, lugar caracterizado por sus edificios históricos religiosos. También
llamada la “ciudad convento”, lleva consigo una historia de edificación territorial ligada a ello. En la mirada se mezcla elementos de la Naturaleza, tanto la que nace espontáneamente (ya que se trata de un lugar donde recibe más luz), como la cultivada por el hombre, junto a elementos religiosos, y otros de conexión electromagnética. Ciudad situada en la frontera donde crecen y se desarrollan las marismas, la desembocadura del río Guadalquivir, río principal que vertebra la Comunidad Autónoma.

SÍNDROME DE DOMESTICACIÓN

Se entiende por Síndrome de domesticación al conjunto de efectos secundarios que la planta domesticada desarrolla en comparación con la silvestre, tras un largo periodo de manipulación por el comportamiento del ser humano, y perdiendo su adaptación al medio natural.

La naturaleza manipulada da lugar a geometrías y abstracciones, donde el lenguaje fractal se retuerce en su lucha por escapar de lo euclidiano. Confrontar las formas fractales con la euclidiana e investigar sobre la interrelación entre la energía y la materia, jugando con la similitud micro-macrocosmos, son los principales objetivos de este trabajo.

Lo sutil rige sobre lo denso, el espíritu sobre la materia, la vibración sobre la forma»

Una imagen fractal es un elemento que se repite en toda su estructura. Esa es la geometría que expresa la Naturaleza, diferente de aquella con la que se expresan los humanos, que es la estructura euclidiana. La estructura de la Naturaleza es distinta, fragmentada, sinuosa, curva. Cuando miras esas estructuras en la Naturaleza es como si miraras un espejo, como si te miraras a ti mismo. La Naturaleza rompe la forma impuesta. Al mismo tiempo que se adapta a ella.

La técnica va ligada a la temática, representa un medio de reproducción en serie. Algo parecido también ocurre con las plantas en los viveros, y los sistemas de producción agrícola en masa, alimenticios y de consumo.


INTERÉS SOCIAL

Si bien los proyectos anteriores, en la linea de trabajo y pensamiento de Lara, no dejan de reflexionar acerca de la materia espiritual y del lugar en el mundo que ocupa el ser humano, estableciendo vínculos con lo físico y lo sagrado, en este apartado de interés social se ha querido partir del «síndrome de domesticación» como base para la reflexión sobre la mujer en la sociedad.

Ese proyecto, que se ha mostrado más ampliamente en el apartado anterior, en realidad se enlaza con otras series que conforma «Looking for the light», una búsqueda identitaria que nos hace replantearnos, a través de las simbólicas imágenes que compone la autora, nuestro papel como mujer, aquí y ahora, pero nos deja un link al importante legado de nuestras ancestras, sus conexiones y rituales.

LOOKING FOR THE LIGHT

En Looking for the Light, se aúna una propuesta artística formada por varios proyectos (y en crecimiento) basados en una fotografía sin cámara. Este es el hilo que conduce esta propuesta, junto con la observación de la luz y la digitalización de la Naturaleza. Buscamos la luz, la interior, la exterior. La de los ciclos internos y externos. Se trata de una interpretación del paisaje interior y exterior. Como es adentro es fuera, como es fuera es adentro, como es arriba es abajo, como es abajo es arriba.

La digitalización de la Naturaleza y la “seriación hasta el infinito” de la época actual pone de relieve la parte “robótica” (o ciborg) del ser humano, la que lo aleja de los procesos naturales, conectados a los ritmos ancestrales de la vida. La deshumanización o el camino hacia esta en la que nos encontramos, va apagando la conciencia en el ser humano. El ser humano desafía la luz, y sus ciclos vitales. Esta, junto con el resto de los ritmos que forman la danza circular de la Naturaleza ha sido domesticada, manipulada, e incluso se podría decir, que aniquilada.

Todo es luz, los seres vivos buscan la luz, los fotógrafos también»


➢ Un útero de pepitas de granada, una serpiente de juguete de madera a modo de ouroboros, o una fotografía analógica de la infancia, y deformada por el movimiento, constituyen el comienzo de la propuesta conformando una autorretrato en Serie Roja, obra que además inicia los acercamientos a esta técnica.

➢ En Herbularia, se intenta recoger y documentar las plantas que tienen una tradición ancestral, predominantemente en la cultura mediterránea, ya sea por su uso farmacológico o medicinal, o culinario. Dándole así, a la fotografía un uso afín a la documentación y catalogación. Propio y ligado a las Ciencias Naturales y la Botánica.


➢ Conectamos con el imaginario del Universo en el calendario lunar que representa Síndrome de domesticación. A través de la geometría sagrada que está en lo más pequeño de nosotros y también en lo supuestamente más alejado, llegamos a un microcosmos que nos conecta con espacios infinitos y fractales similar al espacio donde flotan los planetas.

El factor tiempo, también representado en el reloj “daliniano”, hace referencia a las diferentes concepciones del tiempo, que están magistralmente explicadas en la mitología griega y sus diferentes dioses: Kronos, Kairós y Airón.

➢ Cerrando el proyecto, la única obra realizada con una técnica diferente y con una estética totalmente diferente también : Palíndroma, que como su propio nombre indica, su estructura circular, no sólo en la narratividad de la misma obra, sino también en el proyecto conjunto, cierra con la temática que abre. Pero con una estética diferente, donde el blanco marca la diferencia sobre el resto de imágenes caracterizadas por el fondo negro propio que da la digitalización.

La menstruación sigue siendo un tabú, un instrumento politizado, y un foco de insatisfacción para muchas mujeres. Y es, sin embargo, y al mismo tiempo, la fuente de su energía y su poder. Un mecanismo de inteligencia emocional, yo diría, incluso, casi un oráculo de sabiduría.»

Este proyecto es un ritual de búsqueda de lo femenino y la pureza del yo. Poniendo el foco en el cuerpo de la mujer y de la energía femenina. El cuerpo de la mujer es un arma en la que se arrastra la cultura y la política. La energía femenina (no la mujer) necesita de su energía opuesta para equilibrarse, y viceversa.

A través del rojo realizo una composición narrativa a modo de “cuadro sator”, donde se puede leer la obra en cualquier direccionalidad como símbolo del ciclo femenino, que la conecta con los ritmos sagrados de la Naturaleza. La pintura roja simboliza el ritual de guerra, la sangre, no sólo de la menstruación, sino también, la carga de los ancestros y del árbol genealógico. Es la herida ausente, la energía sexual y creativa.