Verónica Ruth Frías

Verónica Ruth Frías (Córdoba, 1978) es Licenciada en Bellas Artes por la Facultad de Santa Isabel de Hungría, Sevilla y cursó Bachiller Artístico en la Escuela de Artes Aplicadas Mateo Inurria de Córdoba. Su trayectoria y formación artística, vinculada al arte conceptual y performativo, se consolida con su participación en numerosas exposiciones individuales y colectivas, tanto a nivel nacional como internacional. Ha trabajado con comisarios como Mariana Hormaechea, Nerea Ubieto, Adonay Bermúdez, Fernando Gómez de la Cuesta, Margarita Aizpuru, Javier Díaz Guardiola, Juan Ramón Barbancho o Ángel Luis Pérez Villén. Ha recibido premios y becas que la han llevado a estar presente con su obra en las colecciones Fundación Rafael Botín o la Fundación Pepe Espaliú, en Córdoba; en la Colección INICIARTE, CAAC, Centro de Arte Contemporáneo en Sevilla o en la Colección Desencaja, Instituto Andaluz de la Juventud, Junta de Andalucía, entre otras. Desde hace un año gestiona junto a su pareja, también artista Cyro García una Residencia Artística en Villanueva del Rosario, donde ambos viven desde 2007.

«Verónica utiliza el disfraz, el maquillaje y el camuflaje para adquirir otras identidades, y para llevar a cabo un cuerpo de trabajo performático que incide en una crítica ácida y frontal sobre cuestiones de género. La hemos visto como Caperucita Roja, La Hija de Dios en la Última Cena, de Súper Heroína, de secuestradora y, a través de todos estos personajes y muchos más, Frías, nos cuenta aquello que le preocupa, que le indigna, y que nos hace cuestionarnos los roles de la mujer en la sociedad actual, reafirmando su posición en un mundo de hombres y, en su caso, en el mundo del arte. En sus obras siempre se desprende un toque de humor gamberro e irreverente. Trabaja principalmente con la performance y utiliza el vídeo y la fotografía para dejar constancia de las acciones efímeras que realiza. Desde hace algunos años se vale de herramientas como Facebook para proponer obras colectivas en las que pide la participación abierta y libre del público, de la ciudadanía, de la gente. Es una trabajadora incansable y dice que, aunque le falten los dientes, seguirá dando mordiscos.»

CONTACTO

OTROS ENLACES

PROYECTOS

153cm SOBRE EL MAR

Verónica Ruth Frías interpreta papeles ficcionalizados y recrea la Historia y otras historias para terjiversarlas deliberadamente. Reconstruir los hechos desde la función más social del arte es la principal motivación de este conjunto de videoartes y fotografías. Pero detrás del juego hay una cuestión de fondo muy seria. La función de la mujer en el arte o en la historia, el papel que la misma desempeña o ha desempeñado en la sociedad y el diálogo que existe entre la maternidad y el arte (aspecto, este último, sobre el que la artista desarrolla una reflexión plástica autobiográfica como contestación a otras artistas como Marina Abramovic o Tracey Emin) supone una manera de hablar del arte con el arte y del género desde la vida cotidiana.

«Esta propuesta plantea una curiosa tesis sobre la que la artista está desarrollando su investigación: que el hijo de Dios que vino a salvar el mundo de sus pecados no fuese un hombre sino una mujer, que el enviado que procuró nuestra redención no fuese un hijo sino una hija de un ser divino cuyo sexo desconocemos. La artista modifica en femenino la parte del Evangelio según San Juan en la que Jesús se presenta frente a sus discípulos caminando sobre las aguas. Una intervención textual sobre el propio escrito y visual gracias a una acción, documentada fotográficamente, en la que Frías camina sobre las aguas del Mediterráneo.» (Texto de Fernando Gomez de la Cuesta)

“Verónica camina sobre el agua” [Nuevo testamento según Santa Patricia.]
Después de esto, Verónica hizo que sus discípulas subieran a la barca, para que cruzaran el lago antes que ella y llegaran al otro lado mientras ella despedía a la gente. Cuando la hubo despedido, Verónica subió a un cerro, para orar a solas. Al llegar la noche, estaba allí ella sola, mientras la barca ya iba bastante lejos de tierra firme. Las olas azotaban la barca, porque tenían el viento en contra. A la madrugada, Verónica fue hacia ellas caminando sobre el agua. Cuando las discípulas la vieron andar sobre el agua, se asustaron, y gritaron llenas de miedo:
—¡Es un fantasma!
Pero Verónica les habló, diciéndoles:
—¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo!
Entonces Patricia le respondió:
—Señora, si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua.
—Ven —dijo Verónica.
Patricia entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Verónica. Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó:
—¡Sálvame, Señora!
Al momento, Verónica la tomó de la mano y le dijo:
—¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste?
En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento. Entonces las que estaban en la barca se pusieron de rodillas delante de Verónica, y le dijeron:
—¡En verdad tú eres la Hija de Dios!”

(Texto extraído de la web de la artista)

Esta obra forma parte de un conjunto de videoperformances (A 153 cm sobre el mar, La última cena, La Piedad, Mercaderes o Multiplicación) en las que la artista viene recreando escenas bíblicas donde los protagonistas han sido sustituidos por mujeres, ofreciendo así nuevos modelos femeninos que históricamente han sido anecdóticos.

«Los textos bíblicos, enseñanzas que siguen millones de fieles en todo el mundo, dejan a la mujer relegada a una anécdota. En esta obra me pregunto qué hubiera sucedido si el mesías hubiese sido mujer» (Verónica Ruth Frías, en una entrevista en la revista Yorokobu)

«En La última cena, Verónica recrea junto a otras mujeres la famosa obra de Leonardo da Vinci en Santa Maria delle Grazie. En esta última cena los apóstoles son ahora mujeres que visten de color rojo y posan estáticas hasta que son interrumpidas por sus hijos. Si el profeta hubiera sido una mujer acompañada por sus apóstolas, esa última cena hubiera sido en realidad una maternidad colectiva». (Texto de reseña en la web de PAC)

En esta nueva versión de la última cena, los apóstoles son representados por mujeres, todas vestidas de rojo, en poses estáticas hasta que son interrumpidas por sus hijos y se incorporan a la representación viéndose esta ampliada considerablemente con gran número de niños vestidos de rojo también. Realizada entre los años 2017 al 2019, esta acción colaborativa la llevó a cabo en varias ciudades españolas, invitando a 12 artistas a participar en la representación junto a otras mujeres.

153cm SOBRE LA TIERRA

Esta obra cuenta con 9 imágenes fotográficas de 30×50 cm, una videocreación y una serie de pequeños dibujos de pequeño formato además de una serie de esculturas en gres de alta temperatura. Un nuevo proyecto interdisciplinar que esta vez, centrándose más concretamente en la maternidad y la relación del cuerpo de la mujer con la tierra, se desarrolla sin disfraz y a través de una metáfora certera y desnuda.

[«Con los pies en la tierra», texto de Cyro García]
«La preocupación por el medio ambiente y cómo se van a encontrar las futuras generaciones la Tierra es una preocupación que se ha generalizado no hace tanto, quizás en las últimas décadas, debido al punto de inflexión que alcanzamos a finales del siglo XX con el efecto negativo sobre la naturaleza que nos repercute aún hoy día en catástrofes denominadas naturales, aunque todos sabemos quiénes son los verdaderos causantes. Ya en el siglo XXI la fractura ambiental es un hecho y se adivina como sin solución a no ser que se actúe desde los órganos de poder.

El daño producido por la industrialización y los sistemas consumistas de la sociedad contemporánea están llevando al colapso a la naturaleza que ve como robamos sus recursos naturales limitados y se los devolvemos destruidos y contaminados. La tierra como sistema finito tiene un límite y, en muchos de los aspectos, ya hemos llegado, incluso algunos ya están más que superados y si no tomamos medidas llegaremos en unas cuantas décadas, según los expertos, al colapso global.»

«Hubo un tiempo de equilibrio en que la Tierra era tratada como una divinidad a la que se le realizaban cultos y se la protegía, hoy día se la destruye sin miramientos. La diosa madre es una deidad que se ha representado en multitud de culturas como la Madre Tierra o la Pachamama, teniendo el privilegio de ser la personificación de la Tierra asociada siempre a la fertilidad. Porque la Tierra nos da la vida con su fertilidad y nosotras a su vez generamos vida en nuestro interior, gestando y dando a luz esa nueva criatura que formará parte indisoluble del ecosistema global.

La relación con la tierra y su virtud de dar vida es tomado como eje central de este trabajo ya que todos somos hijos de la tierra. En definitiva el proyecto A 153 cm sobre la tierra, título que cobra sentido cuando advertimos que la artista tiene una altura de 153 cm, intenta reencontrarse con lo más básico que nos une a todas: La relación íntima y dependiente que mantenemos con la Tierra, esa misma que nos vio nacer y, con suerte, nos verá morir.»

SUPER M

Una de sus obras más reconocida es la que realizó en 2011, creando su alter ego Súper M, de Súpermujer y Súpermamá, haciendo hincapié en el difícil y complejo mundo de ser mujer, madre y artista. Verónica convierte su período de maternidad en el tema central de su obra realizando su práctica artística activista empoderando la maternidad de la mujer y las dificultades que conlleva la conciliación con la vida laboral.

En los vídeos y fotografías vemos a la mujer-madre-artista coser el traje de superheroína, plancharlo o proteger a su hija. ¿Qué es ser artista? ¿Se puede ser madre y artista a la vez? Verónica Ruth Frías plantea preguntas incómodas para el mundo del arte contemporáneo.

Este proyecto consta de 3 fases:

Fase 1. Durante la gestación, donde encontramos los videos: De Súper M a Súper Mujer y El traje de Súper, en los que se inicia la creación de la identidad de Súper M y la serie de fotografías Súper Cansada donde la superheroína agotada espera a que nazca su bebe.

Fase 2. Una vez que la niña ha nacido, formada por los tres videos: La Niebla, en el que nos habla del instinto de protección, La buena madre donde se nos plantea irónicamente qué es lo que se entiende por ser una buena madre y Un ratito de relax, que nos presenta un juego a través del tiempo en el que todo se vuelve caótico alrededor de la maternidad.

En esta segunda fase también se puede ver la serie de fotografías Súper M en… formada por ocho piezas y en las que se nos presenta a la Súper heroína en diferentes escenarios con su hija en brazos: En la piscina, en la playa o en el supermercado.

En la fase 3 la artista reflexiona sobre la idea de familia en un proyecto compuesto por 16 dibujos y piezas de cerámica esmaltadas en blanco que hablan sobre la educación y el aprendizaje que los hijos realizan en casa, dentro del entorno familiar, desarrollando temas como la música, la artes plásticas, el alfabeto o el juego.

INTERÉS SOCIAL

Las performances colaborativas y la reflexión sobre la mujer en la sociedad son dos aspectos esenciales del trabajo de Verónica, que en realidad está intrínsecamente ligado en su totalidad a una labor social. Destacamos especialmente en esta sección, sin embargo, tres acciones colaborativas por su difusión e intervención social.

I AM

En la edición 2019 de la feria internacional de arte contemporáneo ARCO de Madrid, Verónica Ruth Frías realizó el proyecto Pink Power producido por la Fundación Rafael Botí. El proyecto consistía en una instalación de 32 carteles cuadrados, de color rosa con las letras en blanco, cuyos enunciados en inglés, suponían un ejercicio de empoderamiento femenino y una crítica hacia los estereotipos dominantes. Esta instalación la representó acompañada de la performance I am a woman, que consistió en un desfile por los pasillos de la feria, entre los stands, en el que mujeres del mundo del arte, portaban los carteles de la instalación, como reivindicación colectiva de la diversidad de roles e identidades femeninas. Los carteles contenían frases tales como: I am an artist, I am a mother, I am strong, I am a woman, I am history, I am culture, I am brave, I am rebel, etc.

«En esta exposición hay dos ideas clave: la primera es el homenaje que la artista hace a sus predecesoras, a las artistas que nos abrieron el camino. La segunda idea es abordar la obra desde lo colectivo, acompañándose de una corriente de mujeres que usan su cuerpo y su energía como herramientas para difundir proclamas de libertad.»
(Texto del catálogo para el ICAS de Sevilla)

«Lo que me atrae de estos proyectos colectivos -explica Verónica- es ver como mi idea, que un día fue privada e íntima, pasa a formar parte de un ámbito público, ya que una vez que la lanzo deja de pertenecerme sólo a mí y pasa a todas y cada una de ELLAS. Estar expectante cada día para ver qué te llega por email es una emoción irrepetible y hace que estos proyectos de participación colectiva cada vez tengan más peso en mis creaciones. Nunca sabes como puede salir y esa incertidumbre me gusta.»

NO

Este proyecto, realizado para ABC Cultural, reunió a más de 200 mujeres de España y México. Rindiendo homenaje a Ana Mendieta, gran referente de la autora, se intenta concienciar en el respeto y la igualdad entre hombre y mujer en el mercado del arte.

Imagen de la instalación. Exposición «Solo es sexo», comisario Javier Diaz Guardiola, Galería Fernando Pradilla. Madrid. 2016

«Cuando Ana Mendieta caía desde la ventana lo único que se escuchó fue un NO. No se sabe si era un NO me mates o un NO tengo más ganas de luchar. Lo único que está claro en esta misteriosa historia, es que mientras caía se le escuchó decir esa negación. A veces yo también tengo ganas de saltar por una ventana o que me empujen y caerme, de NO seguir al pie de este cañón sin instrucciones. Las mujeres siempre han estado en una situación de inferioridad en esta sociedad y las cosa NO han cambiado mucho a mis ojos. Desde la muerte de Ana Mendieta, en 1985, hasta ahora, seguimos siendo un porcentaje ínfimo las que participamos en cualquier bienal, en cualquier feria de arte, somos tres gatas mal contadas las que maullamos con garras y dientes afilados, aunque detrás de esas tres gatas haya tres millones más que ya no saben si deben convertirse en panteras para empezar a partir piernas de una santa vez.»

«Para mostrar y agrupar las imágenes del proyecto -explica Verónica en su web- las he dividido en cuatro bloques: Mujeres que miran al frente en las que nos encontramos bajo la fija y atenta mirada de las fotografiadas y nos vemos inmersos en su propia naturaleza y problemática; Mujeres que miran al cielo en la que hallamos a mujeres que miran con esperanza a algún sitio; Mujeres como diosas, aquellas imágenes que nos transportan a otro espacio-tiempo en el que otra realidad divina es posible; y Mujeres incatalogables donde están todas aquellas instantáneas que no he conseguido unir a ninguno de los apartados anteriores.»

«No sólo con el proyecto NO he encontrado historias terribles que me han reafirmado en la necesidad de este tipo de trabajos reivindicativos y conectados con problemas reales de nuestra sociedad. De la misma manera en Mira que si te quise, donde me puse en manos de distintas mujeres para que me fuesen cortando el pelo, ha habido mujeres que se han visto reflejadas en esta pieza y me comentaban que sus parejas las agredían tirándoles del pelo, un objeto fetiche en nuestra sociedad. Por todo esto, y más, creo que hay que continuar en este camino porque el arte conmueve y puede transformar conciencias.»

MIRA QUE SI TE QUISE

Este trabajo, en el que inivita a mujeres voluntarias a cortar el pelo a la artista en la calle, fue realizado para Curatoria AIR.

«El mismo día que Verónica Ruth Frías realizaba en Artà, en la Plaça Conqueridor, su performance «Mira que si te quise» junto a un grupo de mujeres voluntarias que se prestaron a participar en esta acción reivindicativa, fueron encontrados los cadáveres de las dos mujeres desaparecidas en Cuenca asesinadas a manos de la pareja de una de ellas, dos nuevas víctimas que vienen a engordar esta lista de la vergüenza que, sólo en este año, cuenta con más de 30 muerte.» (Texto de la web de la autora)

«Mira que si te quise» coge su título de una canción popular mejicana cuya estrofa «Mira que si te quise fue por tu pelo, ahora que estás pelona ya no te quiero» que popularizó la artista Frida Kahlo en una de sus conocidas obras. La pieza de Frías es una performance que parte del archivo documental que ha ido realizando la artista, conformado por multitud de vídeos colgados en youtube en el que hombres o grupos de mujeres cortan, de manera violenta, el pelo a otras a las que acusan de haber sido infieles.

Un proyecto comisariado por Fernando Gómez de la Cuesta que contó con la grabación en video de Cyro García, la documentación fotográfica de Margalida Vicens y la participación de Amparo Sard, Montse (Galeria Pep Not), Irene Servera, Myna Frías, Sara Obrador, Pilar Lucas, Inés Fraile, Carme, Concepció Rodríguez, Teresa Obrador, Silvia Prió, Leticia María, Maria y Maria Antònia Moll, Margalida Vicens.