Mónica Vázquez Ayala (Madrid, 1972) estudia fotografía analógica y laboratorio en Barcelona, además de laboratorio de imagen , y otras disciplinas como joyería, diseño de joyas y Gemología en Madrid.
La artista visual ha expuesto desde el 2005 en diversos museos, galerías y ferias de arte, así como ha sido seleccionada dos veces en los premios nacionales del grabado y PHotoEspaña. Su obra pertenece a la colección del Museo del Grabado Español Contemporáneo y del CAC Málaga.
Ha sido seleccionada en los Premios Nacionales de Grabado en 2016 y 2019, ha sido finalista de los Premios Ateneo-Universidad de Málaga en 2018 y jurado del concurso de fotografía del Festival Nuevo Cine Andaluz de Casares en 2020.
«Su obra es el resultado de un estudio interior en el que permanentemente aparece la figura humana que describe su proceso de crecimiento y sus inquietudes. En sus proyectos se comunica con el inconsciente colectivo y el propio.
La artista crea la imagen desde cero, como el pintor que se enfrenta al lienzo en blanco. Establece un espacio donde aúna pintura, escultura, textiles, instalaciones y acumulación de diversos objetos que son los símbolos que construyen una parte de su mensaje. Es el cuerpo y el movimiento los que componen una estructura escénica nueva en cada imagen».
CONTACTO
- Página web: www.monicavazquezayala.com
- Correo electrónico: unafoto2@gmail.com
- Facebook: @monica.v.ayala.52
- Instagram: @Monicavazquezayala
PROYECTOS
UNA HISTORIA HUMANA DE ABEJAS
Este proyecto integra diversos elementos simbólicos (El tarot, la Torre de Babel, los astros, los animales) con los que desgrana el aura trágica que rodea los vínculos del ser humano con la naturaleza; en su narrativa las abejas aparecen como agentes esenciales de nuestro ecosistema.
La artista construye historias; en este caso simulando una tirada de tarot desde un punto de vista constructivo, enfocándose en la resiliencia sobre la necesidad de ser conscientes de la emergencia climática y la protección de lo natural; específicamente en la relación entre las abejas y el humano como eje de vida.
No hay futuro sin el entorno que nos rodea y nos sostiene.
La historia comienza con “La torre de babel”, donde no hay comunicación, ni intercambio equitativo, donde el humano intercede de forma egoísta en el ciclo natural de la tierra, y al que le sigue” La Maison Dieu”, en la cual en la naturaleza del humano para darse cuenta, necesita caer … y el desenlace, en el cual el humano se hace consciente (“Erbarme dich mein Gott”/”Apiádate de mi, Dios mío”).



[Una historia Humana de Abejas es un proyecto creado para la artista Yolanda Relinque que interpreta las obras y crea Joyas-escultura.]
EL OJO DORMIDO DE DIOS/CARDUMEN
«Meditar sobre la adopción para una exposición comisariada por el artista Antonio Yesa, me llevó al abandono y buscando sobre el abandono me topé con el laberinto:
El laberinto en algunas culturas, simboliza el sentimiento de extravío, el alejamiento de la fuente de la vida, el objeto perdido… para mi, simboliza la vida. Desde la infancia nos acompaña la sensación de abandono y de soledad y esta se hace más llevadera encontrando un espacio en tu “cardumen”.
Los delfines simbolizan la salvación (en algunas culturas)… para mi simbolizan (en grupo) el dejarse llevar, el estar arropada y la belleza de la unidad. Así que uní la imagen y la sensación que me quedó de unos videos sobre ballenas adoptando un delfín, con el laberinto, en la obra a color “Cardumen”.


INTERÉS SOCIAL
Si bien los trabajos artísticos de Mónica tienen una base de reflexión y cambio social, la contemplación del individuo y la humanidad, estos proyectos suponen una implicación plástica y real, ya que la artista interviente su entorno íntimo, como parte de la reflexión sobre problemas sociales tan actuales como son el cambio climático, el reciclaje o personales (y de un importante calado social) como el miedo a la soledad y el abandono, que lleva a estados psicosociales que se convierten en patologías a tratar en la sociedad deshumanizada que vivimos.
Por otro lado, la función del arte de concienciación y reflexión plástica, sublimada en el trabajo que Mónica muestra en los dos siguientes proyectos, es al mismo tiempo una función social. La consciencia emocional que emana de su análisis puede ser sanadora para el espectador de la misma manera que la acción lo es ya de por sí para quien moldea la materia.
N3V3R 83 4 R0807 (NEVER BE A ROBOT) «es un proyecto que comienza lavando y guardando toda mi basura reciclable para pegarla en formade corazón en las paredes de la calle con el mensaje “Never be a robot”.
«Al verme con tantas bolsas acumuladas de basura, creé escenarios con personajes ficticios y reales que en mi vida han significado algo. Las personas que han posado para el proyecto son personas muy cercanas y además el escenario es mi hogar “intervenido” con mi basura.
Mi mensaje no solo se refiere al daño que nos generamos con las toneladas de basura contaminando el planeta; más que nada habla de cómo podemos perjudicar a los demás al expresarnos proyectando nuestras emociones envenenadas y con qué energía nos comunicamos. Es una metáfora del maltrato continuo que practicamos contra todo ser que nos rodea. Relaciones tóxicas. Vomitar emociones en el contenedor de basura que puede ser tu pareja o la cajera del súper. Criticar proyectando. Ver a través de tus malas experiencias y opinar o dar consejos basándose en estas. Lanzar miedos e inculcarlos a tus hijos o vecinos. Cubrir a una persona desconocida de mierda sin conocerla o tener una imagen de algo o alguien sin saber. Hablar sin sentido. Tener miedo al silencio. Ser conscientes de que todos nuestros actos importan».







Nota sobre “Diente de Sable”: El estado de estrés que podemos llegar a sufrir es similar al que sentían nuestros ancestros para salvar su vida y no ser cazados por un depredador. Ese miedo, esa adrenalina, sin razón aparente, nos invade a las personas a las que nos dan ataques de terror, incluso estando en nuestro hogar. Los ataques de pánico tienen mucho que ver con gestionar mal las emociones. La basura que uno mismo se echa encima. En cómo nos castigamos buscando situaciones y pensamientos que nos generan dolor.
ABANDONED PLACES: THE WITNESS AND THE HERMIT es un trabajo que se realiza en lugares abandonados o donde conviven personas abandonadas. El abandono existencial, personal y social utilizando el espacio mismo intervenido para acercar la realidad más dura.
“El miedo al abandono, amontona basura emocional y nos lleva a la decadencia. El miedo a la soledad provoca melancolía y hace que corramos detrás de fantasmas y castillos de humo.
Desde pequeños nacemos con el miedo al abandono, lo cual hace que nos aferremos a situaciones y cosas. Nos apegamos a objetos que nos pesan y mantenemos relaciones que ya no nos aportan nada. Esto acumula basura emocional que se amontona y no deja paso a lugares y momentos sanos.
Las obras fueron creadas en oficinas, villas, prostíbulos abandonados y en mi hogar.»







